BIENAVENTURANZAS DEL MATRIMONIO
Bienaventurados los esposos que siguen enamorados
aun mucho después de que la marcha nupcial dejó de sonar.
Porque han hecho de su hogar,
un lugar que encierra el calor de un sentimiento
que tiene su llama en lo mas profundo del corazón
y que da la sensación de bienestar en sus miembros,
como si estuvieran en un eterno abrazo.
Bienaventurada la pareja que no se ha dejado arrebatar por la ira
y ha utilizado el diálogo como medio de reconciliación y de unidad
porque juntos han hecho de su hogar, paredes que se juntan
como fuertes manos, para mantenerse unidas y conservar en su
interior, las virtudes, la armonía y el exquisito calor de la paz.
Bienaventurados los cónyuges que se han entregado de lleno
a lo largo de los años, a la búsqueda de la felicidad del otro.
porque han hecho de su hogar,
un techo que sirve de cielo para quienes lo habitan
disfrutando anticipadamente de los bienes con que cuentan
como son la felicidad, la paz y el amor.
Bienaventurados marido y mujer que siempre han estado
presentes en los momentos de alegría y los periódos de
sufrimiento y de depresión. Porque en su hogar existe una plenitud
hecha vida, gracias a la fortaleza y dedicación de un padre y a la
delicadeza y ternura de una madre.
Bienaventurados los esposos que permanecen fieles y aman a Dios.
Porque de ellos es el Reino de la armonía hogareña.
Porque todo el tiempo ha cubierto su nido una nube de gracia
que recuerda la presencia de Dios que se alegra ante los seres que
se han amado tanto, y porque durante los días que habrán de llegar
sobre ellos, seguirá cayendo una lluvia constante de bendiciones...
y seguiran siendo felices.